domingo, 26 de julio de 2015

REFLEXIÓN PRE-ELECTORAL

DÍA DE REFLEXIÓN PRE-ELECTORAL



Un día, mientras caminaba por la calle, un hombre de éxito, candidato a la presidencia de la República (el nombre es lo de menos), es trágicamente atropellado por un camión y muere.

Su alma llega al paraíso y se encuentra en la entrada a San Pedro en persona.

-Bienvenido al paraíso, le dice San Pedro. Antes de que te acomodes, parece que hay un problema. Veras, muy raramente un político importante ha llegado aquí y no estamos seguros de que hacer contigo.

-No hay problema, déjame entrar, le dice el hombre.
-Bueno, me gustaría, pero tengo órdenes desde lo más alto. Lo que haremos será hacerte pasar un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego podrás elegir donde pasar la eternidad.
-De hecho, ya lo he decidido. Prefiero estar en el paraíso, dice el candidato.
-Lo siento, pero tenemos nuestras reglas.

Y con esto San Pedro acompaña al candidato al ascensor y baja, baja hasta el infierno. Las puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf. A lo lejos hay un club y de pie delante de el están todos sus amigos políticos que habían trabajado con el, todos vestidos con traje de noche y muy contentos. Corren a saludarlo, lo abrazan y recuerdan los buenos tiempos en los que se enriquecían a costa del pueblo. Juegan un agradable partido de golf y luego por la noche cenan juntos en el club con langosta y caviar.

Se encuentra también al Diablo, que de hecho es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando chistes y bailando. Se esta divirtiendo tanto que, antes de que se de cuenta, es ya hora de irse. Todos le dan un apretón de manos y lo saludan mientras sube al ascensor. El ascensor sube, sube, sube, y se reabre la puerta del paraíso donde San Pedro lo esta esperando.
-Ahora es el momento de pasar al paraíso.

Ahí el candidato pasa las 24 horas sucesivas pasando de nube en nube, tocando el arpa y cantando. Se divierte mucho y, antes de que se de cuenta, las 24 horas ya han pasado y San Pedro va a buscarlo.

-Entonces, has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes elegir tu eternidad.

El Hombre reflexiona un momento y luego responde: -Bueno, no lo habría dicho nunca, quiero decir, el paraíso ha sido precioso, pero creo que he estado mejor en el infierno.
Así que San Pedro lo acompaña hasta el ascensor y otra vez baja, baja, baja, hasta el infierno.

Cuando las puertas del ascensor se abren se encuentra en medio de una tierra desierta cubierta de porquería y desperdicios. Ve a todos sus amigos, vestidos con trapos, que están recogiendo los desperdicios y metiéndolos en bolsas negras. El Diablo lo alcanza y le pone un brazo en el cuello.

-No entiendo, balbucea el Candidato. Ayer estaba aquí y había un campo de golf y un club y comimos langosta y caviar y bailamos y nos divertimos mucho. Ahora todo lo que hay es una tierra desierta llena de desperdicios y mis amigos parecen unos miserables.

El Diablo lo mira, sonríe y dice: -Ayer estábamos en campaña. Hoy, ya votaste por nosotros.


"Entrad por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; pero angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Mateo 7:13-14

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